REAL ZARAGOZA «Todos Siguen»

REAL ZARAGOZA «TODOS SIGUEN»

Noticia

17/06/2009

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Heraldo de Aragón

Ningún cargo de relevancia en el club se verá afectado por la anunciada reestructuración de Agapito Iglesias. Pedro Herrera seguirá siendo el secretario técnico incombustible del fútbol español y del Zaragoza. Eduardo Bandrés permanecerá en la presidencia

La anunciada reestructuración del Real Zaragoza por parte de Agapito Iglesias corre el riesgo de varar, de encallar una vez más. Ningún cargo de importancia en el organigrama del club quedará, en principio, afectado por ninguna remodelación de fondo. El accionista mayoritario, con un 99% de las acciones de la sociedad anónima deportiva en el bolsillo, continuará siendo, como es en parte natural, el dueño y señor, el hombre de poder omnímodo por el que, si quiere, pasan todas las decisiones. Eduardo Bandrés continuará al frente de la presidencia, de la denominada presidencia ejecutiva. Pedro Herrera, por su parte, se mantendrá un año más -van dieciséis- como secretario técnico de la entidad. Javier Porquera se presume director corporativo. El cuerpo médico, área donde Marcelino García Toral demanda modificaciones, se mantiene firme. El doctor Villanueva incluso está más seguro que Óscar Luis Celada. Sólo se apunta un cambio de significado incierto con la recuperación de la figura del director deportivo, vacante desde que se marchó Miguel Pardeza. Ocupará la plaza Antonio Prieto, el ayudante de Herrera, cuyo papel está por ver. Si Agapito no dota de otro contenido a los cargos del organigrama, todo puede seguir igual.

Hasta aquí, la única decisión drástica y visible ha sido la destitución fulminante de Manolo Villanova, el entrenador del filial, un hombre de la casa de toda la vida y el último técnico en intentar evitar el desastre de la pasada campaña. En la tarde de ayer, se le comunicó su completa desvinculación del club. Se va a la calle directamente.

Para sustituirle suena José Aurelio Gay, ex jugador del Real Zaragoza, hombre de la confianza de Pedro Herrera, y a quien se ha prometido futuro como técnico en caso de que a Marcelino García Toral se le tuerzan las cosas algún día al frente del primer equipo.

Herrera, incombustible, impertérrito, intocable en su momento para Alfonso Soláns y ahora para Agapito Iglesias, continúa manejando hilos, si no los hilos. Herrera, de facto, ya está en marcha, sea por hecho o por derecho. En sus particulares planes para la próxima campaña entrarían Bojan, Morientes, el guardameta argentino Carrizo o Mohamed Diamé.

En este capítulo, choca frontalmente con Marcelino García Toral, que aún no ha querido poner nombres a los posibles refuerzos para la campaña venidera en Primera. Marcelino todavía se mueve en el orden de los criterios generales. Ha pedido a Agapito Iglesias la discusión entre ambos del proyecto venidero y la supervisión directa de todos los fichajes, para que no le suceda como en su primera etapa al frente del Zaragoza, en la que vio cómo Herrera le colocaba aquello que ni quería ni conocía.

Este choque frontal entre secretario técnico y entrenador muestra los dos principales vectores de fuerza que viven en el club, sin que parezca que sea posible una zona común entre ambos. Marcelino desea que las decisiones de naturaleza deportiva se tomen atendiendo solo a intereses de orden deportivo, a nada más, dentro de las coordenadas de moderación y máximo recorte en el gasto que va a exigir Agapito por la dura situación económica del club.

En este momento, es dudoso que Antonio Prieto pueda desempeñar un papel sustantivo en todas estas cuestiones. O por lo menos no se adivina hacia dónde se inclinará. Se sabe que cambiará de despacho en las oficinas y que tendrá un rótulo en la puerta. De ahí en adelante, el tiempo dirá. No dispone de mayor autoridad moral que Marcelino ni de mejores ligazones al poder que Herrera...