Lesiones deportivas frecuentes en los corredores populares

LESIONES DEPORTIVAS FRECUENTES EN LOS CORREDORES POPULARES

Noticia

26/01/2016 12:30:00

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Vamosacorrer.com [Gorka Sedano]

Las lesiones deportivas son más frecuentes en deportistas aficionados que en atletas profesionales. Salir a correr lleva asociadas una serie de molestias físicas que debemos saber identificar para prevenirlas, aunque la mejor recomendación consiste en ponerse en las manos de un profesional para conocer su alcance y el tratamiento a seguir.

Hace unos meses, la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología dio un toque de atención a todos los amantes del deporte, al confirmar que las lesiones deportivas, hoy por hoy, son más frecuentes en deportistas aficionados que en atletas profesionales. La causa no es otra que el gran incremento de las personas que se 'enganchan' a la práctica deportiva.

Este dato, el 'boom' del deporte popular, lo corrobora la 'Encuesta de hábitos deportivos en España', llevada a cabo por el Centro Superior de Deporte (CSD) y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la cual establece que practicar un deporte está en auge en nuestro país. Unos 16 millones de personas en España, con edades comprendidas entre 15 y 75 años, son asiduos al ejercicio físico, y se entrenan en alguna disciplina deportiva concreta.

Sencillez, gasto económico reducido y flexibilidad horaria son los argumentos de peso que explican por qué el running suma más adeptos cada día. Sin embargo, independientemente del nivel y perfil del corredor, desde los deportistas más novatos hasta los más experimentados, nadie queda libre de sufrir algún tipo de lesión cuando se entrena o compite en carreras populares. El gran impacto y la enorme presión que ejerce el running sobre nuestro organismo hace que la recomendación inicial no sea otra que la de saber escuchar al cuerpo para prevenir la aparición de las temidas lesiones.

Una lesión en el momento menos oportuno puede echar por tierra todo nuestro plan de entrenamiento, y por ende, la consecución de los objetivos marcados en la temporada. En el mejor de los casos, un esguince de tobillo por ejemplo, nos obligará a parar unos días, pero también puede darse el caso de que necesitemos más tiempo de recuperación, y podemos estar varios meses en el dique seco, incluso, si no se procede con el tratamiento correcto, la lesión puede llegar a convertirse en un problema crónico. Es por ello que identificar los dolores será nuestra voz de alarma para saber cuándo debemos bajar la intensidad y el ritmo de los entrenamientos.

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