Prevención y tratamiento de la osteoporosis con la actividad física y el deporte

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LA OSTEOPOROSIS CON LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE

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16/10/2013 9:45:00

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Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autora: Arantxa García Vicente. Colegiado nº 824

El ejercicio se ha mostrado eficaz en la reducción de caídas y fracturas que son el resultado, la mayoría de veces, de esta enfermedad. La indicación de mantener una actividad física constante, adecuada a las posibilidades de cada paciente osteoporótico debe formar parte obligatoriamente de su tratamiento.

Varias técnicas fisioterápicas y agentes físicos pueden proporcionar muchos beneficios al paciente osteoporótico pero especialmente la actividad física y el deporte. Tiene un efecto preventivo de pérdida de masa ósea y caídas. El ejercicio se ha mostrado eficaz en la reducción de caídas y fracturas que son el resultado, la mayoría de veces, de esta enfermedad. La indicación de mantener una actividad física constante, adecuada a las posibilidades de cada paciente osteoporótico debe formar parte obligatoriamente de su tratamiento.

La osteoporosis constituye un enorme problema de salud pública, por lo que es necesario difundir el conocimiento de las posibles causas de la misma, así como las medidas utilizadas para su diagnóstico, prevención y tratamiento. Este último debe ser enfocado de una manera multidisciplinaria para obtener los mejores resultados.

La osteoporosis afecta a una de cada cinco mujeres mayores de 45 años y a cuatro de cada diez mayores de 75 años.
La osteoporosis es la disminución de masa ósea y de la resistencia mecánica del hueso lo que le lleva a sufrir fracturas. Es la principal causa de fracturas óseas en mujeres después de la menopausia y en ancianos en general.

Los factores predisponentes a tener en cuenta en la osteoporosis son: la menopausia precoz, el consumo de alcohol o cafeína, el tabaquismo, la amenorrea, el uso prolongado de corticoesteroides, los procesos que bloquean la absorción intestinal del Calcio, la dieta pobre en calcio durante la adolescencia y juventud y una vida sedentaria.

El caminar y los ejercicios de columna pueden estabilizar e incluso aumentar ligeramente la masa ósea y mejorar el equilibrio y la fuerza muscular previniendo, por tanto, caídas y fracturas.

EJERCICIO FÍSICO Y SUS EFECTOS
El mayor efecto del ejercicio sobre la Densidad Mineral Ósea (DMO) se produce durante el crecimiento pero tenemos la difícil tarea de motivar desde niños a ancianos el hábito de adoptar una disciplina para que se mantengan activos toda la vida. Cuánto más precozmente se comience a realizar ejercicio físico vigoroso, mayor será el desarrollo óseo y la mineralización.

Abandonar la actividad revierte las ganancias obtenidas a cualquier edad.

En casi todos los estudios analizados hay una relación directa entre el ejercicio y la actividad física y la DMO a todas las edades. Además ayuda a la reducción de caídas, prevención de fracturas, mejora de la coordinación y equilibrio entre otras cosas.

Los ejercicios aeróbicos, con carga y de resistencia son los más efectivos para aumentar la DMO. Se recomiendan también ejercicios de tonificación y estiramiento muscular, que son ejercicios de bajo impacto evitando así los de alto impacto e hiperflexiones que no son nada beneficiosas para el paciente con osteoporosis. La actividad física no puede recomendarse como sustitutivo de la terapia hormonal sustitutiva en el período de menopausia.

Un programa de actividad general que haga énfasis en la fuerza, flexibilidad, coordinación y condición cardiovascular podría reducir el riesgo de fractura.

Se ha visto que por lo menos caminar treinta minutos tres veces a la semana es beneficioso para la DMO incluso en un paciente sedentario.

Todo esto hay que combinarlo con una dieta adecuada y un aporte de Calcio evitando hábitos tóxicos como pueden ser por ejemplo el alcohol o el tabaco.