Tan histórico como preocupante

TAN HISTÓRICO COMO PREOCUPANTE

Noticia

19/11/2009

Compartir en:

Se podría escribir un libro de este partido. Cuatro prórrogas, una canasta en el último segundo que da el triunfo al CAI, triples estratosféricos del rival que a punto están de aguar la fiesta, nueve eliminados por faltas, un hombre como Darren Phillip que termina con 43 puntos y 57 de valoración, un duelo que casi termina en el día siguiente al que comenzó...

Increíble, para no creérselo si no se vio. Con ese desenlace poco se podría hablar de lo ocurrido en los 40 primeros minutos de juego. Pero la victoria de ayer fue tan histórica como preocupante, dado que al CAI le costó todo eso derrotar a un rival mermado por las faltas, casi sin pívots durante muchos instantes y totalmente previsible al final. La visión positiva no cabe duda que es la del triunfo, pero hay lecturas mucho más angustiosas que se realizarán con el tiempo.


Esta vez el paseo triunfal a orillas del Ebro no fue tal, y hubo que esperar lo suyo para asegurar la victoria. El CAI no fue el vendaval de anteriores compromisos en casa y se encontró con un correoso rival que le puso las cosas complicadas. Aún así, el que se las sigue complicando es el propio conjunto de José Luis Abós, que sufre en exceso en los ataques estáticos, sobre todo cuando Quinteros no está acertado, y no es capaz de sacar provecho de las facilidades que le da el adversario, ayer en forma de faltas rápidas.


Las alarmas se encendieron a los dos minutos del choque, pero no por el juego de unos u otros, sino por la lesión de Roberto Guerra. Sufrió un golpe en la rodilla y todo hacía prever lo peor, que se iba a unir en la enfermería con Barlow, Kiefer y demás tocados de los últimos meses. Afortunadamente no fue así y pudo reincorporarse más tarde para frenar lo mejor que pudo al peligroso Morley.


Al CAI le faltaba chispa, no estaba lo contundente que siempre se había mostrado como local. Quizá es que los continuos errores en el tiro de un desafortunado Quinteros confundían a los rojillos.


El que sí que hacía daño al poste bajo era el burgalés Anagonye, pero junto a Morley cometieron dos faltas rápidas y se fueron al banco. Una tónica general, porque instantes después era Elonu el que repetía la jugada al sacar una par de buenas acciones y rápidamente cometer dos personales.


Su sustituto, el debutante en casa Jaime Lloreda saca faltas casi cada vez que recibe el balón, pero eso no era suficiente en un equipo que se atasacaba en estático y veía como el Ford Burgos salía rápido a la contra siempre que podía.
Tuvo que aparecer el capitán Lescano para poner las cosas en su sitio. En un nuevo recital de entrega, de pelea por cada balón, de concentración y agresividad, el 'Bicho' comenzó dando buenas asistencias, siguió la lección con varios robos y dos triples que sirvieron para abrir la primera brecha en el marcador.


Entre los de Casadevall, casi siempre que pudieron destacaron los pívots, ya que Lorant primero, Anagonye cuando le dejaron los árbitros, Manu Gómez en el tercer cuarto y Morley durante las prórrogas dejaron en evidencia la endeble defensa de los interiores del CAI.


Los nervios se apoderaron de la grada y de los jugadores que vieron como el choque se encaminaba a la prórroga. La primera de cuatro.


En ellas, siempre los locales tuvieron opción de asegurar el triunfo, pero siempre se fallaba un tiro libre para seguir el encuentro más de la cuenta. En esos momentos el CAI no supo sacar provecho de su amplitud de banquillo, tardó tres prórrogas en meter balones interiores (cuando lo hizo fue productivo) y cuatro prórrogas en hacer una falta cuando vas dos arriba, algo que Abós no quiso hacer. Más...