Correr sin correr riesgos

CORRER SIN CORRER RIESGOS

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12/11/2015 8:00:00

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Heraldo de Aragón [J. L. Gaona]

Lo ocurrido hace unos días en la Behobia-San Sebastián, en la que murió una persona y 4 acabaron en la UCI, reabre el debate sobre la salud en el mundo del «running». ¿Cuándo el deporte deja de ser una actividad saludable para convertirse en un riesgo? ¿Es posible prevenir los problemas que pueden surgir durante el desarrollo de un ejercicio intenso? ¿Qué precauciones deben tomar los participantes en una carrera exigente?

Lo ocurrido el pasado domingo en la Behobia-San Sebastián, en la que un corredor de 31 años falleció tras cruzar la meta, 450 personas fueron atendidas durante el recorrido y 23 participantes acabaron en el hospital -cuatro de ellas a la UCI-, ha obligado al mundo del 'running' ha hacerse estas preguntas y, sobre todo, a tratar de responderlas.

Con más de 25 grados de temperatura, algo inusual en el mes de noviembre, y más en San Sebastián, y con una humedad relativa muy alta, los responsables de la prueba y la Cruz Roja casi no dieron abasto para atender a los corredores, muchos de ellos afectados por lipotimias o golpes de calor. “Hacía bastante calor y la humedad era muy alta, pero casi no se percibía. El cuerpo, sin embargo, sí que lo nota, y las pulsaciones suben y es más fácil deshidratarse, por lo que hay que tener mucho más cuidado”, asegura Sergio del Barrero, del 10K Club Zaragoza, que corrió la prueba junto a casi 80 corredoras de la capital aragonesa.

“Con lo que más cuidado hay que tener es con las altas temperaturas. Esto no quiere decir que no haya que correr cuando hace calor, pero sí tomar precauciones y estar bien preparado, beber más y dosificar el esfuerzo”, asegura David Constante, responsable de Running Zaragoza y organizador de las pruebas más largas que se celebran en la capital aragonesa, el Medio Maratón y el Maratón de Zaragoza: “En estas carreras tenemos muchas asistencias por traumatismos o lesiones, pero del resto de incidencias, el 90% tienen que ver con la deshidratación”.

Y toma como ejemplo una de las pruebas de larga distancia más populares del mundo. “Una edición del Maratón de Chicago la tuvieron que parar porque hubo tanta gente con golpes de calor que se quedaron sin ambulancias en toda la ciudad y la gente seguía cayendo”, recuerda Constante. Fue en 2007. Comenzaron casi 36.000 personas y más de 11.000 no acabaron la prueba, una persona murió y un total de 302 corredores tuvieron que ser tratados al hospital de urgencia debido a la temperatura, superior a los 30 grados, y a la humedad.