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Los sindicatos y la patronal firman el histórico convenio de la Liga femenina de fútbol

El texto, presentado en medio de la división sindical, fija un sueldo mínimo de 16.000 euros y de 12.000 para los contratos a jornada parcial

Lorenzo Calonge
Final de la Supercopa de España entre la Real Sociedad y el F. C. Barcelona, el pasado 9 de febrero.
Final de la Supercopa de España entre la Real Sociedad y el F. C. Barcelona, el pasado 9 de febrero.INMA FLORES

La patronal y los sindicatos escenificaron este miércoles la firma del primer convenio colectivo de la Liga femenina de fútbol. Un acuerdo para el que hicieron falta 14 meses y 26 días de durísimas negociaciones, 29 reuniones y una huelga que paralizó por completo la competición a mediados del pasado noviembre. El áspero recorrido hasta llegar a este momento solo está a la altura de la importancia del pacto. Se trata del primer texto laboral de estas características en un campeonato europeo femenino de fútbol. Un hito social que trasciende al ámbito puramente deportivo porque, además, sucede en una práctica que durante un siglo fue considerada terreno exclusivo de los hombres.

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Sin embargo, ni siquiera hubo paz después de rubricado. Al acto de la mañana en el Consejo Superior de Deportes (CSD) faltó el sindicato mayoritario, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que solo ha sido por la tarde al Congreso de los Diputados. Sí acudieron el otro sindicato, Futbolistas ON, y la patronal. “Hemos invitado a todo el mundo, esta es la casa del deporte, no sé qué habrá ocurrido. No tiene la mayor relevancia”, dijo Irene Lozano, la presidenta del CSD, que quiso evitar la polémica. “Hoy es un día histórico de verdad para las mujeres deportistas, no una forma de hablar”, añadió. El máximo representante de la Asociación de Clubes, Rubén Alcaine, puso en valor el acuerdo. “Lo deseábamos mucho las jugadoras y los clubes”, afirmó. Y Tamara Ramos, la gerente del otro sindicato, Futbolistas ON, aseguró que si se ha llegado a este punto es “gracias a la huelga”. “Hemos puesto la primera piedra. A partir de aquí, a seguir mejorando”, señaló.

Por primera vez, un texto fija negro sobre blanco las condiciones laborales de las futbolistas. Por ejemplo, se estipula que el sueldo mínimo son 16.000 euros a jornada completa y 12.000 a tiempo parcial. En el caso de que una jugadora que acaba la vinculación con un club se quede embarazada, podrá renovar por una temporada más en las mismas condiciones. La lactancia, de momento, no está contemplada en este marco. Y para que a una integrante del filial se le pueda aplicar el convenio, deberá, al menos, ir convocada 12 partidos y jugar 10.

Durante un año, las conversaciones giraron de forma casi monotemática sobre el salario mínimo y la parcialidad. Tal fue el atasco que las negociaciones llegaron a romperse y todo desembocó en una huelga después de que fracasara la mediación del Gobierno. La jornada siete, prevista para el 16 y 17 de noviembre, no se disputó porque en toda la Primera División solo una futbolista se presentó en el estadio según las actas arbitrales (Maddi Torre, de la Real Sociedad). Ese fue, al menos de puertas para afuera, el momento de mayor crisis y que más afectó a un mundo en crecimiento en España que veía afectada su expansión. Tras el esperanzador Mundial del pasado verano, se hablaba más de presupuestos y sueldos que de goles. Entonces, las partes optaron por enfriar la situación y darse un mes de tregua para tratar de alcanzar un acuerdo.

Y el pacto llegó sobre la bocina, el pasado 20 de diciembre. La patronal y los sindicatos se estrecharon por fin la mano en un despacho de abogados del centro de Madrid y se emplazaron, como muy tarde, para el 20 de enero para realizar la firma. En ese tiempo había que cerrar el último fleco, y no menor: cómo hacer frente al coste económico del texto, porque los clubes ya habían advertido de que las entidades más modestas no disponían de colchón financiero para ello. El plan era que los 12 equipos que tenían firmado un contrato televisivo con Mediapro pudieran ceder sus derechos a la Federación Española de Fútbol, que prometía el doble de dinero por ese concepto.

Eso implicaba un complejo acuerdo entre la institución presidida por Luis Rubiales y la productora, enfrentados en varios frentes. El pacto se intentó durante los dos últimos meses, pero no fue posible y el hartazgo de las jugadoras era alto. En la final de la Supercopa de España y en los ocho encuentros de octavos de la Copa de la Reina organizaron una protesta: quedarse paradas sobre el césped los primeros 30 segundos. Una advertencia con la posibilidad de otra huelga sobrevolando el ambiente. Al final, la solución vino por una inyección económica extra de Mediapro (100.000 euros para esos conjuntos para este curso y dos más). Un parche que hizo posible, con dos meses de retraso, la firma del convenio colectivo, aunque mantiene viva la guerra televisiva de fondo. El texto tiene vigencia de un año, prorrogable, y se ejecutará con carácter retroactivo desde el inicio de esta temporada.

Puntos clave del texto

Parcialidad. Todos los contratos parciales se fijarán en el 75%, una línea roja marcada por los sindicatos.

Sueldo mínimo. 16.000 euros a jornada completa y 12.000 a tiempo parcial. Aquellas jugadoras con contrato a media jornada y que cobran menos de 30.000 euros, además de ver subida su parcialidad al 75%, también tendrán una indemnización económica. Las que reciben ahora entre 12.000 y 15.999 euros pasarán a 16.000. Y las que están entre 16.000 y 30.000, disfrutarán de un aumento lineal de 2.000 euros. Estas cantidades se incrementarán en cada renovación anual el IPC más el 2%.

Embarazo. Las futbolistas que terminen contrato y se queden embarazadas podrán renovar por una temporada más en las mismas condiciones.

Filiales. Para que a una jugadora de un equipo filial se le aplique el convenio deberá, al menos, ir convocada 12 partidos y jugar 10.

Concentraciones. La duración no podrá superar las 24 horas cuando el partido se dispute en casa y las 72 horas cuando sea fuera. En ese cálculo se incluyen también los tiempos de desplazamientos. Además, se considerará tiempo de trabajo los actos publicitarios e institucionales de la entidad.

Plus por antigüedad. Las futbolistas que hayan permanecido seis temporadas o más en un mismo equipo cobrarán una prima cuando lo abandonen. Esta será de 2.000 euros con seis campañas de permanencia; 2.500 con siete cursos; 3.000 en el caso de ocho; y 3.500 euros con nueve años.

Incapacidad total. Si una jugadora queda incapacitada de forma total como consecuencia directa del fútbol, el club deberá indemnizarla con 90.000 euros, y con 60.000 euros a sus herederos en caso de fallecimiento.

Acoso laboral y sexual. El texto señala de forma genérica que los clubes y los sindicatos se comprometen a evitar situaciones de acoso sexual, psicológico o por razones de origen étnico, religioso o racial.

Vacaciones. 30 días naturales, de los cuales 21 serán seguidos. Si una futbolista disputa con su selección un campeonato, el club puede acordar con ella no tener los 21 días de forma continuada en el caso de que la pretemporada empiece antes. El descanso semanal queda fijado, al menos, en un día y medio seguidos. No habrá partidos del 23 de diciembre al 3 de enero. De forma excepcional, solo podrán entrenar el 31 de diciembre hasta las dos de la tarde.

Derechos de imagen. La jugadora deberá negociar esta cláusula con su club.

Vigencia y aplicación del convenio. Con carácter retroactivo, tiene fecha de inicio el 1 de julio de 2019 y una duración de un año prorrogable temporada a temporada. El Barcelona, Athletic y Tacón, aunque no han participado de las negociaciones al no pertenecer a la Asociación de Clubes, también están obligados a ejecutarlo.

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