Tendencias & Coaching

10 errores comunes en el entrenamiento del ciclista

Publicado por
Aleix Serra
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¿Practicas ciclismo? Entonces es muy probable que en tus entrenamientos ya hayas cometido alguno de los típicos errores ciclistas. Si no eres capaz de mejorar tus registros, te sientes fatigado o simplemente notas que entrenas más que tus rivales pero rindes menos, tranquilo, no eres un paquete. Lo más seguro es que estés cometiendo alguno o algunos de los errores más habituales en la preparación física de los ciclistas.

Equivocarse es de humanos, rectificar es de sabios,  así que una vez detectado el fallo lo más importante es levantar-se y aprender para no volver a tropezar con la misma piedra.

Vamos con la lista de los errores más comunes en el mundo del ciclismo:

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Errores de entrenamiento en el ciclismo


1- Falta de descanso:

Debes mentalizarte que tan importante es entrenar como descansar. Si no descansas no recuperas y si no recuperas no asimilas. Uno de los grandes errores del ciclista aficionado es el de no recuperar correctamente tras los entrenamientos. El día a día en la vida de todos los aficionados es diferente al de un profesional y al entrenamiento diario debes sumarle los quehaceres de la vida cotidiana que aunque no lo parezca también desgastan. No es lo mismo entrenar y tener toda la tarde para recuperar que tener que levantarse a las 6 para poder entrenar antes de llevar los niños al colegio o de entrar a trabajar.

2- Obsesión por la velocidad media:

Muy pocos ciclistas son capaces de salir entrenar sin mirar la velocidad media. Evidentemente se trata de un valor importante pero no lo suficiente como para quitarnos el sueño. La obsesión por la velocidad media es la que nos llevará a entrenar por encima de nuestras posibilidades y en consecuencia a no trabajar correctamente el principio de la individualización deportiva. Recuerda que hay días y entrenamientos para todo y tan importantes son para una correcta preparación las jornadas a 24km/h de media como las de 33km/h. Además debes tener en cuenta que no es bueno comparar la velocidad media entre ciclistas ya que esta se ve afectada por otros aspectos como la orografía del terreno, el rebufo de otro ciclista o el estado de la carretera.

recuperar bien es tan o más importante que el propio entrenamiento.

3- Comer poco:

Afinar. ¿Qué gran palabra verdad? Pues al contrario de lo que muchos piensan afinar no implica en la mayoría de deportistas ni dejar de comer ni tan siquiera comer menos. El concepto de afinar va más bien referido a la pérdida de grasa corporal y no tanto a la pérdida de peso. Rebajar el porcentaje de grasa corporal es lo que nos va a permitir lucir una musculatura más definida. Comer pocas grasas saturadas es el principal camino de aquellos que quieran “afinar” su cuerpo. En definitiva y como es probable que hayas oído en más de una ocasión “se afina en la mesa y no en la carretera”. No serias el primero que entra en un déficit calórico diario permanente y que sigue sin verse “fino”. La rutina de comer poco es muy peligrosa entre deportistas ya que luego vienen las pájaras, las anemias y las mañanas en las que levantarse se convierte en toda una agonía. Debes dar a tu cuerpo el combustible que este necesita. Si eres deportista deberás comer más de lo que lo harías si llevaras una vida sedentaria. Justamente por esto siempre tienes que salir a entrenar con algo de comida en los bolsillos y con los depósitos tras realizar un buen desayuno.

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4- Comer mal:

Si antes hablábamos de comer poco ahora hablamos de comer mal. Se puede comer grandes cantidades de comida y sentirse vacío de energía durante el entrenamiento. La variedad de la dieta junto a la cantidad de esta serán los dos factores que determinarán tu rendimiento encima de la bicicleta. Es importante que a lo largo del día ingieras la cantidad oportuna de cada macronutriente y para esto no os quepa ninguna duda de que una dieta variada es la mejor solución. Los suplementos es evidente que pueden suplir ciertas carencias alimenticias pero en ningún caso convertirse en tu única solución. El mismo Chris Froome ha confesado en más de una ocasión comer turrón de jijona como fuente de azúcar en sus entrenamientos y competiciones. Este apartado puede ser especialmente peligroso ya que las consecuencias de una mala alimentación puede que no se empiecen a notar hasta pasadas unas semanas. Volver a dar la vuelta al organismo puede resultar más complicado de lo que aparentemente pueda parecer.

5- Entrenar demasiado:

El temido y en muchas ocasiones menospreciado sobreentrenamiento es el gran enemigo del ciclista amateur. Compararse con los profesionales es un grave error. Ni podemos ni debemos realizar sus cargas de entrenamiento ya que tampoco tenemos ni podemos pasar tantas horas encima de la bicicleta. Además, ¿Por qué entrenar 5-6 horas si las competiciones del calendario aficionado no superan las 3-4 horas? Para progresar y mejorar nuestro rendimiento resulta primordial asimilar las cargas de entrenamiento. Si entrenamos demasiado y sometemos nuestro cuerpo a demasiado estrés este no será capaz de mejorar. Un ciclista que entrene 10 horas la semana puede rendir tanto o más que uno que lo haga 25. Entender esto créeme que es MUY complicado. La obsesión por el entrenamiento es una realidad y uno de las grandes preocupaciones de los preparadores físicos.

6- El fenómeno Strava:

Strava es una fuente de motivación pero también lo es de problemas. El virus Strava ha llegado con fuerza al mundo del ciclismo y esto se nota. ¿Quién no compara sus mejores tiempos con los de otros ciclistas? ¿o quién no ha intentado alguna vez “reventar” el KOM del barrio? Strava es un vicio para muchos ciclistas y ello les lleva entrenar por encima de sus posibilidades reales. Strava es bueno, pero es bueno en su justa medida y como todo en esta vida con moderación. Algunos preparadores físicos ya empiezan a prohibir a sus deportistas el uso de dicha plataforma.

7- Recuperación activa:

Los ciclistas profesionales han puesto de moda el famoso “coffee ride”. Un día de regeneración muscular activa en el que salir a desayunar es el único motivo para montarse encima de la bicicleta. La recuperación activa es un día de descanso activo que tiene como único objetivo soltar la musculatura,  activar la circulación y el metabolismo. Saltarse los días de descanso o apretar más de la cuenta en los días de recuperación activa es un grave error. Llegar a casa con 2 horas, 30km/h de media y varios apretones en los repechos no es recuperación activa. La recuperación activa debe ser siempre a baja intensidad tanto a nivel de pulsaciones como de potencia y a cadencias altas.

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No intentemos copiar la recuperación activa de un ciclista profesional (su media de velocidad y potencia será mucho más elevada)

8- Entrenar al mismo ritmo:

Para progresar el cuerpo del deportista necesita estímulos. Entrenar al mismo ritmo cada día no te hará mejorar. Al contrario, de hacerlo es muy probable que termines disminuyendo tu rendimiento y sobre todo perdiendo explosividad. No es bueno ni entrenar suave cada día ni hacerlo a tope. No te creas que si tienes poco tiempo y siempre entrenas fuerte vas a compensar la falta de horas. Todo lleva su tiempo y es importante dar el cuerpo los estímulos adecuados. El entrenamiento de cambios de ritmo en los que se trabajan las diferentes zonas aeróbicas y anaeróbicas resulta especialmente interesante para “despertar” al cuerpo. En el mundo del ciclismo a veces “Menos es más”

9- Juntarte con “malas” compañías:

Es indudable que entrenar acompañado es más agradable que hacerlo solo. Las horas pasan más rápido y siempre es divertido compartir experiencias con otros compañeros. Sin embargo esto puede ser una arma de doble filo especialmente si los niveles de condición física entre los integrantes de la grupeta son muy diferentes. El que esté más fuerte que el vinagre terminará por aburrirse y desperdiciar el entrenamiento mientras que el novato las pasará “canutas” para aguantar el ritmo a cola de pelotón. Para evitar esto es importante que tanto si te encuentras en un extremo o en el otro intentes juntarte con ciclistas de nivel parecido que te hagan disfrutar pero también sufrir.

10- No escuchar tu cuerpo:

Al fin y al cabo se trata de escuchar tu cuerpo, de ir por sensaciones y de tener claro que hay días en los que al cuerpo no se le pueden pedir esfuerzos.  Una mala noche, un resfriado o simplemente una mala jornada en el trabajo pueden ser motivos suficientes como para modificar o abortar un entrenamiento. Si no entrenas por un día no te comas la cabeza. No vas a destruir en una sesión lo que has construido durante meses. Olvídate de salir a entrenar con fiebre, con resaca o cualquiera de estas estupideces. Un buen descanso es el mejor entrenamiento.

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Aleix Serra