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Entrenamiento ciclista por pulsaciones vs. vatios

En el mundo del ciclismo, como en todas las disciplinas deportivas, para mejorar el rendimiento es fundamental entrenar. Y para no entrenar a ciegas es realmente importante hacerlo con datos reales de tus salidas para medir tus esfuerzos. Y aquí llega el eterno debate de los últimos años en el mundo del ciclismo. ¿Entrenar por pulsaciones o entrenar por vatios? Frecuencia cardiaca vs potencia.  ¿Qué es mejor?, ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes del entrenamiento por pulsaciones y cuáles del entrenamiento por potencia?

El simple hecho de entrenar por pulsaciones o vatios puede parecer a priori fácil, pero no lo es. Entrenar medianamente bien es realmente complicado, y hacerlo bien sin la ayuda de un profesional es prácticamente imposible.

Para evitar cometer errores en tu preparación tales como caer en un sobreentrenamiento o coger el punto de forma  antes de tiempo sería de vital importancia acudir a un buen preparador físico que te regule tantos las cargas de entrenamiento como las intensidades de estos y te ofrezca semanalmente o mensualmente un plan de entrenamiento por vatios o pulsaciones con todos los entrenamientos específicos.

Pero si todavía no tienes entrenador, como si lo tienes pero estas dudando entre entrenar por pulsaciones o vatios es importante que tengas presente una serie de consejos e indicaciones que seguro te van a hacer la vida más fácil encima de la bicicleta y también te van a dar mayor seguridad de que lo que estás haciendo es lo correcto.

Entrenamiento por pulsaciones: Pros y contras

El entrenamiento por pulsaciones es el que denominaremos entrenamiento clásico. El entrenamiento por pulsaciones hace referencia a los métodos de entrenamiento de la vieja escuela donde el único dato realmente importante eran las pulsaciones. Actualmente parece que al menos en el mundo del ciclismo esta metodología de entrenamiento está algo a la baja y que las nuevas tendencias de entrenamiento empiezan a coger mayor importancia.

Pese a todo no debemos olvidar que la mayoría de personas disponen del control de sus pulsaciones en la mayoría de sus dispositivos electrónicos tales como los ciclocomputadores o los relojes deportivos. Por este motivo es especialmente interesante remarcar cuales son los puntos a favor y cuáles en contra del entrenamiento por pulsaciones.

– Mayor accesibilidad: Este sigue siendo para mí el gran punto a favor de los pulsómetros. La accesibilidad de precios es bastante mayor que la que tienen los potenciómetros con precios bastante más elevados y que superan fácilmente los 300- 400 euros. Prácticamente todo el mundo puede acceder a comprar un pulsómetro o reloj gps que le indique a qué pulsaciones se encuentra su corazón.

-Condicionantes externos: El pulso a diferencia de los vatios es un valor que se ve afectado por diferentes externalidades algunas de ellas controlables y otras no. La falta de sueño, el consumo de cafeína, las bajas temperaturas o hacer ejercicio con el estómago lleno pueden afectar las pulsaciones del individuo de modo que no deberíamos considerar el pulso como un indicador fiable al cien por cien.

– Mejor control de la fatiga: Con el pulsómetro es algo más fácil detectar un caso de sobreentrenamiento o de fatiga excesiva. Llevar el pulso por los suelos es un claro síntoma de ello y si el pulso ni siquiera se acerca a tus pulsaciones máximas es que muy probablemente tengas que afrontar unos días de descanso.

– Dificultad por controlar los esfuerzos: Con las pulsaciones es realmente complicado gestionar los esfuerzos y realizar una serie a ritmo constante. El pulso tarda unos segundos en subir y también algunos otros en bajar de modo que es más que probable que de una serie de 20 minutos estés desperdiciando segundos de trabajo por el camino.

Entrenamiento por potencia: Pros y contras.

El entrenamiento ciclista por potencia con control de vatios está de moda y cada vez son más los ciclistas que se decantan por instalar un potenciómetro en su bicicleta. A continuación te destacamos las principales ventajas y desventajas de esta creciente metodología deportiva. Si quieres saber más acerca del entrenamiento ciclista por vatios puedes aprovechar para leer nuestro artículo de entrenamiento ciclista por potencia.

Perfecto control de los esfuerzos y energías: Con la llegada de los potenciómetros es más fácil regular los esfuerzos y controlar el depósito de energía disponible. Si sabemos que nuestro umbral anaeróbico está a 300 vatios de potencia y empezamos un puerto a 350 vatios casi con total seguridad terminaremos pagando este sobreesfuerzo. En este sentido los vatios permiten al ciclista regular el esfuerzo que le permita dar el máximo rendimiento sin pasarse de rosca.

Los potenciómetros permiten a los ciclistas profesionales y aficionados regular mucho mejor los esfuerzos

– Precio elevado: Los potenciómetros son bastante más caros que los ciclocomputadores básicos por pulsaciones y este es sin duda un importante hándicap a afrontar especialmente para aquellos recién iniciados al mundo del ciclismo que no hace mucho ya hicieron un importante esfuerzo económico en la compra de una bicicleta.

– Mayor tecnicidad:  Resulta indudable que la instalación y configuración de un potenciómetro es bastante más compleja que la de un simple cuentakilómetros o la de un pulsómetro que simplemente requiere de una banda de frecuencia cardiaca. Este aspecto sumado a su elevado coste sigue frenando a muchos usuarios que todavía no se atreven a dar el salto de pulsaciones a vatios.

– Mayor exactitud en trabajo anaeróbico y de potencia: Con el pulso es prácticamente imposible hacer al pie de la letra las series explosivas puesto que subir hasta ciertas pulsaciones lleva ya en muchas ocasiones cierto tiempo de esfuerzo constante. Un esfuerzo que no se contabiliza a priori todavía como trabajo de series. Con los potenciómetros el trabajo específico será a partir de ahora mucho más fácil y si tienes una series de 1 minuto a 420 vatios podrás empezar a contar desde el primer momento en que imprimas las fuerza necesaria a los pedales, independientemente de que el pulso se encuentre muy lejos todavía de su zona de trabajo.

 – Problemas de compatibilidad: para mí el gran problema a día de hoy de la mayoría de potenciómetros es su baja compatibilidad. Muchos de los potenciómetros son diseñados solamente para funcionar con algunos modelos de bielas o ruedas concretas con lo que vender la bicicleta o cambiar ciertos componentes resulta en muchas ocasiones más complicado de lo esperado. Por suerte los fabricantes cada vez tienen más presente esta desventaja y están trabajando cuidadosamente en sus modelos con la intención de dar mayor compatibilidad a sus productos.

– Valoración de la intensidad de ejercicio: los vatios nunca mienten y siempre son un excelente indicador de la intensidad de la actividad. Si hemos movido más vatios es que realmente hemos empleado más energía y esto a diferencia del pulso siempre se puede tener presente y analizar para ir observando las mejoras de un determinado deportista. Precisamente con este planteamiento aparecieron los vatios normalizado o potencia normalizada (NP) que nos aproxima un poco más a la intensidad de la actividad al no tener presentes los ceros que vamos acumulando cuando dejamos de pedalear al entrar en rotondas o afrontar ciertas curvas en una bajada.

En la actualidad cada vez son más las marcas que ofrecen potenciómetros con diferentes sistemas de medición.

Conclusión

A nivel de tendencias actuales la cosa parece que se decanta claramente en favor del entrenamiento por potencia que además cuenta con la aprobación y el respaldo de la mayor parte de preparadores físicos especializados.

A mi entender no existe ningún motivo con suficiente peso como para decantarnos por un método u otro y simplemente es cuestión de ver que metodología se adapta y encaja mejor a nuestras características y expectativas. Cada persona debería escoger en base a sus necesidades de uso. Si buscas entrenar al milímetro para maximizar tu rendimiento lo tuyo deberían ser los vatios y seguir un entrenamiento por potencia mucho más técnico y preciso que el entreno por pulsaciones convencional que, en cambio, sí podría satisfacer, por ejemplo, las expectativas de un ciclista que pretenda controlar sus entrenamientos a un precio más ajustado y en base a un método más tradicional.

Como prácticamente en todo debemos adaptar las tecnologías al deportista y no el deportista a la tecnología.


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