La meteorología en montaña en algunas ocasiones puede llegar a sorprendernos de forma poco agradable, en ocasiones aún habiendo tenido una buena planificación de la actividad a realizar, nos podemos ver envueltos en fenómenos tormentosos que pueden llegar complicar nuestra actividad y colocarnos en situación de riesgo. He aquí una serie de medidas que nos ayudarán a solventar estas situaciones:

Observaciones sobre las tormentas en montaña

Es en la época estival cuando más gente acude a disfrutar de la montaña, pero también es en esta época cuando más calor hace y por lo tanto cuando se dan las mayores posibilidades de que puedan producirse las tormentas. Hay que tener muy presente que las tormentas en época estival se desarrollan con mucha rapidez y en ocasiones no nos percatamos de esto hasta que ya nos vemos envueltos en ella. De aquí la importancia de la buena planificación y de la correcta información meteorológica, (hoy en día la información que nos facilitan es muy veraz y por zonas muy definidas, pero además tenemos a nuestro alcance diferentes opciones vía internet que nos van a ayudar en la toma de nuestras decisiones) ayudándonos de estos medios y de nuestra constante observación del entorno por donde nos movemos, podremos llegar a detectar los signos inequívocos de que se aproxima una tormenta: grandes nubes de desarrollo vertical y con base negra son el anuncio de la llegada de una tormenta. Las tormentas en verano normalmente se producen por la tarde o al final del día (de esto la importancia de madrugar para realizar actividades en montaña en época estival), pero también pueden sorprendernos una tormenta hacia la mitad de la jornada.

El riesgo de las tormentas en montaña y normas básicas para hacerles frente

Una de los mayores espectáculos que se pueden observar en montaña es ser testigos de una tormenta desde la seguridad de un refugio de montaña: las descargas eléctricas, el ruido, la eventual caída de granizo, la fuerza del viento, cuando esto se produce y estamos a cubierto no habrá problemas; pero, si no es así, deberíamos buscar dónde refugiarnos y para ello atender a unas normas básicas:

  • Lo primero es perder altura, alejarnos de las cimas o crestas
  • Evitaremos refugiarnos bajo bloques o árboles aislados ya que estos pueden llegar a ser un punto de atracción para las descargas eléctricas/rayos.
  • Nos alejaremos de zonas donde haya agua: lagos, ríos, arroyos porque el agua es conductora de la electricidad.
  • Nunca debemos de correr bajo una tormenta sobre todo si ya estamos mojados, el correr puede llegar a producir alrededor nuestro una zona de tracción para las descargas eléctricas.
  • Apagaremos todos los aparatos electrónicos que llevemos: teléfono móvil, emisoras, GPS, porque los campos electromagnéticos que estos generan son buenos conductores para las descargas.
  • Por supuesto no haremos fotos a las tormentas eléctricas en montaña aunque esta se haya alejado o se haya situado por debajo de nosotros.
  • Evitaremos las zonas donde haya clavijas o sirgas de tránsito: pasamanos o vías ferratas, estas zonas son muy peligrosas.

Si no tenemos otra opción para descender, esperaremos a que pase la tormenta en algún lugar protegido.

¿Cómo debemos actuar?

En caso de tormenta es importante seguir las siguientes instrucciones:

  • Lo primero y esto es muy importante, depositaremos en el suelo y nos alejaremos de los objetos metálicos: bastones, piolet, paraguas.
  • Adoptaremos una posición de cuclillas (los pies juntos, los brazos alrededor de las rodillas y la cabeza sobre estas) sentados en la mochila o cualquier otro aislante, para que nuestros pies no toquen el suelo.
  • Si somos un grupo, debemos alejarnos los unos de los otros.
  • Mantendremos la calma y esperaremos a que pase la tormenta.

Las tormentas de verano suelen ser intensas, pero de corta duración, una vez se aleja el mal tiempo podremos continuar con nuestra actividad.

¿Qué material debemos llevar?

Vistas las nubes que nos indican la inminente llegada de una tormenta lo primero es ponernos ropa de lluvia (chaqueta impermeable, funda cubre mochila o capa que nos cubra a nosotros y a la mochila), ya que la humedad es conductora de la electricidad, con la tormenta también bajan de forma importante la temperatura ambiental y, por esto, es necesario abrigarnos con ropa caliente debajo de nuestra equipamiento para la lluvia.

Zonas de riesgo durante las tormentas

Si nos queda claro que las tormentas son fenómenos meteorológicos que evolucionan de forma muy rápida y con mucha violencia, cualquier persona que se encuentre en medio de una de ellas suele estar en situación de riesgo y más, si no tiene opciones claras de buscar refugio, por ello atención a:

  • Los barrancos, porque con la tormenta aumenta de forma importante su caudal y los que no hayan previsto la incidencia o no hayan salido a tiempo del cauce, se verán muy expuestos (lamentablemente se han dado varios accidentes de este tipo con ahogamientos o lesiones traumáticas).
  • Si se está escalando, con la llegada de la tormenta aumenta el viento, puede caer granizo y la temperatura desciende bruscamente, pueden producirse cascadas que arrastran piedras desde la parte alta, la roca se moja y resbala con lo que la dificultad de continuar con la ascensión o retirarse aumenta.
  • Los que practican deportes aéreos pueden verse afectados, porque la tormenta desequilibra sus aparatos por las turbulencias e, incluso, pueden ser arrastrados hacia la altura por la corrientes de aire ascendentes que acompañan a la tormenta; en estos casos se da el riego de morir por hipoxia o frío, también se da la posibilidad de ser alcanzado por un rayo.

Los efectos de la caída de un rayo

Si el impacto es directo, muerte fulminante; si el impacto es indirecto pueden darse lesiones importantes pero hay posibilidades de supervivencia. Se puede llegar a la parada cardiorrespiratoria; se dan traumatismo o pérdida de conocimiento.

¿Cómo colaborar ante una persona que ha sido afectada por un rayo?

Valorar la situación y asegurar las constantes vitales; si es necesario, realizar la recuperación cardiopulmonar; tratar las lesiones o quemaduras; solicitar con la máxima urgencia posible la colaboración de los Grupos Profesionales de Socorro en Montaña.

Tener claro que las posibilidades de verse afectado por un rayo son muy pequeñas, pero se pueden dar estas situaciones y, sobre todo, si no atendemos a las normas básica de comportamiento y seguridad. Por esto lo más importante es considerar una buena previsión meteorológica: si anuncia tormentas lo más acertado es no salir a la montaña o quedarnos en el refugio, no es conveniente arriesgarse para realizar una actividad. No olvidar la máxima de que las tormentas pasan, nosotros podremos realizar la actividad en otra ocasión y con mejores condiciones...porque la montaña no se mueve.