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Saltar a la comba: un ejercicio perfecto para hacer cardio sin salir a correr

Esta actividad trabaja la coordinación y mejora el sistema cardiovascular. Además, su sencillez la convierte en apta para cualquier deportista.

Sporty woman offering you a skipping rope
La comba es una manera diferente de hacer cardio.
Freepik

El running o la cinta del gimnasio no son la única manera de hacer cardio. Para aquellos que quieren aumentar su gasto calórico diario y a la vez combinar los entrenamientos de fuerza con el trabajo cardiovascular, hay una actividad que cada vez está más de moda y es apta para todos los públicos: saltar a la comba. Es un ejercicio muy asociado a deportes como el boxeo ya que mejora la resistencia a la vez que trabaja la coordinación y fortalece el tren inferior del cuerpo.

Para iniciarse en esta actividad no es necesario tener un alto nivel de práctica deportiva, aunque sí es aconsejable practicar de forma constante para poder realizar movimientos más complicados, más completos y aguantar las sesiones de salto durante más tiempo. Además, ver los avances dará motivación y favorecerá la constancia.

Desde Foodspring, la marca de nutrición deportiva y vida saludable, destacan cinco grandes ventajas de practicar el salto a la comba:

  • No se necesitan conocimientos precios.
  • Permite disfrutar de un entrenamiento diverso y divertido.
  • Sirve como calentamiento y como cardio.
  • Trabaja la resistencia, estimula la quema de grasas e incentiva los reflejos y la capacidad de concentración.
  • Mejora el rendimiento en otras disciplinas.

Cinco saltos básicos para combinar

Hay muchos tipos de saltos que se pueden combinar para saltar a la comba y, conforme se mejore en el nivel de práctica, es posible enlazarlos para crear rutinas más complejas y exigentes. Para comenzar, hay cinco grandes modalidades que pueden practicarse:

  1. El básico con pies juntos. Hay que saltar con ambos pies a la vez, juntos. Es recomendable empezar a un ritmo tranquilo e ir aumentando la velocidad.
  2. ​Con rodillas elevadas. Conlleva un poco más de esfuerzo e implica saltar cada vez con un pie diferente (a una vuelta de cuerda el izquierdo y a la siguiente, el derecho) mientras se eleva la rodilla en cada salto.
  3. ​El boxeador. Es el más mítico. Consiste en saltar alternando los pies, sin levantarlos mucho del suelo, a una velocidad moderada-rápida. Trabaja mucho la coordinación.
  4. ​Con pasos laterales. En cada vuelta de cuerda hay que saltar y desplazarse de manera lateral, apoyando el peso del cuerpo en un pie cada vez. Ayuda activar la cadera.
  5. ​Con cruce de cuerda. Consiste en cruzar los brazos y, por ende la cuerda por delante del cuerpo en saltos alternos. Hay que saltar con los pies juntos y tratar de no perder el ritmo.

Una buena forma de combinar este tipo de saltos es organizando la rutina de comba como si fuera un entrenamiento de Tabata o HIIT, es decir, estableciendo rondas con un tiempo determinado. Se puede iniciar con el salto básico para calentar y, a partir de ahí, establecer rondas de 30 segundos de actividad por 30 segundos de descanso. Es interesante ir combinando los diferentes tipos de saltos en cada sesión de ejercicio o ir aumentando el tiempo y la velocidad conforme se coja más soltura.

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