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Suena el despertador y solo intentar levantarte de la cama ya es un suplicio, por no hablar de esos primeros pasos y, muchísimo peor aún, bajar escaleras. Pero no te preocupes, estás como más de las mitad de los españoles que hemos salido a hacer deporte tras más de 50 días sin salir de casa, no has tenido ningún accidente ni te han dado una paliza, sufres las agujetas típicas tras un esfuerzo superior al que estás acostumbrado o por usar una musculatura que no sueles trabajar habitualmente.
Las molestas pero inofensivas agujetas aparecen generalmente:
- En personas no entrenadas cuando comienzan a practicar algún deporte.
- Al reintegrarse a la práctica deportiva después de un período de inactividad.
- Al pasar de un entrenamiento suave a uno intenso.
- Después de un esfuerzo de intensidad no habitual.
En estado agudo, durante los 3 primeros días es mejor evitar los entrenamientos intensos; debes continuar realizando ejercicio moderado después de su aparición, si bien nunca de mayor intensidad al ejercicio que las produjeron, hasta la desaparición de las mismas. Las medidas más recomendables durante este período son:
- Baños calientes con esencia de romero, árnica o salvia.
- Masaje suave de renovación venosa.
- Estiramientos musculares suaves.
PREGUNTAS MÁS FRECUENTES SOBRE LAS AGUJETAS
- ¿Pueden aliviarse tomando agua con azúcar?
La pregunta del millón y definitivamente no. Es una de esas leyendas urbanas que aún sigue viva. No tiene ningún sentido porque las agujetas son pequeñas microrroturas musculares y el azúcar poco puede hacer para repararlas.
- ¿Tengo que hacer reposo total para que se vayan antes?
No, salvo que estés realmente mal lo mejor es una actividad aeróbica muy suave con grandes grupos musculares, como trotar despacio o caminar, montar en bicicleta o nadar.
- ¿Hay algo que podamos hacer para evitarlas?
Se originan sobre todo con esfuerzos musculares excéntricos, esto es, cuando trabajas para frenar un movimiento, como por ejemplo cuando bajas corriendo de una montaña o unas gradas o simplemente, con una sesión demultisaltos “de rana” agachándote e incorporándote cada vez. Pruébalo y verás, basta con 3 series de 20 multisaltos profundos, apenas unos minutos, para tener agujetas al día siguiente si no tienes costumbre. La repetición regular de este tipo de esfuerzos es lo único que las evita.
Y NO OLVIDES...
Aunque creas que no tiene nada que ver, lo que hacemos fuera del entrenamiento también influye en el mismo. Dormir las horas adecuadas entre sesiones de actividad física, y tener una alimentación equilibrada son dos puntos vitales.
Por supuesto, la hidratación es fundamental ya que el músculo hidratado es menos vulnerable. Beber antes y durante la actividad física sin esperar a tener. Y, como ya hemos dicho, no es agua con azúcar lo que aliviará las agujetas, es solo hidratarse correctamente.
Y te recomendamos que no recurras a los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, para aliviar el dolor, puesto que no aceleran para nada la curación. Además, recuerda que tomarlos antes de hacer ejercicio puede llegar incluso a ser peligroso.