El Real Zaragoza manda señales de vida

EL REAL ZARAGOZA MANDA SEÑALES DE VIDA

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25/09/2009

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Sport Equipo

Turienzo anuló un gol legal a Pavón y Babic falló dos ocasiones claras. Carrizo salvó un punto en el tramo final

El empate del Zaragoza se puede interpretar como un botín escaso, pero las sensaciones que deja el equipo son mucho más esperanzadoras de lo que cabía esperar. La nueva defensa mejoró las prestaciones de las anteriores formaciones y el trivote terminó de armar el once. Marcelino planteó el partido con varios cambios, aunque el detalle más significativo fue la titularidad de Paredes y Pulido tras haber estado descartados en verano. Quizás sorprendió más la decisión de colocar al defensa madrileño de lateral derecho, por primera vez en el año y medio que lleva en el Zaragoza, incluyendo partidos amistosos, a pesar de que el futbolista ya había jugado en esa posición. El cambio y las bajas propició un trivote en el centro del campo con Gabi, Ponzio y Abel Aguilar, este último con más libertad ofensiva.

buen arranque

Los primeros 20 minutos del Real Zaragoza en El Molinón fueron los más «jerárquicos» que se recuerdan en la `era Marcelino´. El equipo tuvo la pelota, dominó el centro del campo e inquietó al Sporting jugando todo el partido cerca del área de Juan Pablo. Paredes y Pulido se mostraron muy activos durante sus primeros minutos como titulares.

El equipo no acababa de llegar al área con claridad y faltaba más claridad en los últimos metros. ¿La nueva defensa era segura? La mejor noticia es que no se sabía porque tener la pelota evitaba las llegadas del equipo asturiano y no sufría tanto como con el planteamiento más defensivo.

La mejor ocasión fue a balón parado y estuvo en la cabeza de Pavón. El balón se marchó fuera y poco después lo intentaron con dos empujones Arizmendi y Jorge López. Pavón insistió en un córner y en esa ocasión el balón entró. Nadie sabe muy bien por qué -se cree que por una falta en el bloqueo de Gabi- Turienzo Álvarez anuló el tanto.

El Sporting estaba desaparecido y Bilic era un espectador más en la noche futbolera que se estaba viviendo cerca de la playa de San Lorenzo. Pero el fútbol no entiende de justicia y suele ser cruel. Diego Castro se sacó un tiro lejano en una llegada sin peligro y el balón rebotó en Pavón despistando a Carrizo convirtiendo el 0-1.

El Zaragoza se perdió más de lo debido pero pudo aguantar las embestidas de un Sporting que tampoco tiene un plantel en el que rascar demasiadas soluciones ofensivas. Con la cara de tonto se iban los zaragocistas a la caseta, pero pensando en como seguir metiendo mano a un rival que se dejaba.

La segunda parte tampoco estuvo nada mal. El equipo no daba esa sensación de endeblez que se vio ante el Sevilla y que preocupó en exceso ante el Valladolid. Marcelino ha encontrado un lateral derecho que permite dejar a Ponzio en el centro del campo para asociarse a un Abel Aguilar que, ayer, demostró recorrido y presencia en el área rival.

El técnico deshizo el trivote tras el descanso quitando a Gabi y dando entrada a un Babic que sigue desafortunado en su nueva aventura. El croata apenas aportó un buen pase a Arizmendi y desaprovechó un par de ocasiones de gol tan claras o más que la que tuvo ante el Valladolid. Pero sobre todo el equipo estuvo bien situado en busca de alguna oportunidad para marcar. Quizá un centro de Pennant -ayer puso tres espectaculares-, una genialidad de Jorge López, una aparición de Arizmendi, un chut de Ponzio...Más..