AGAPITO IGLESIAS QUIERE QUE LOS EXJUGADORES MÁS REPRESENTATIVOS PUEDAN DESARROLLAR UN TRABAJO EN LA ENTIDAD

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20/04/2009

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Diario EQUIPO

Agapito Iglesias está decidido a que los exjugadores más representativos de la historia del Real Zaragoza puedan seguir trabajando en el club después de su retirada. La posibilidad de que Luis Carlos Cuartero pueda desempeñar alguna función dentro del organigrama zaragocista del futuro próximo es una realidad que podría concretarse al final de la temporada.

Existe la intención por parte del consejero delegado de reforzar el área social del club y entiende Agapito que la presencia de exjugadores carismáticos puede suponer un avance institucional importante. La cuestión es qué cargo puede ostentar Cuartero, el último capitán.

Un estiarte a la aragonesa

Pese a que tiene el título de entrenador, Cuartero no tiene previsto iniciar su nuevo futuro en los banquillos. Por ello, Agapito Iglesias podría inclinarse por contar con el de Pradilla para que representara al club en los distintos actos de las peñas, algo en lo que Cuartero se ha involucrado ya en su última etapa como jugador. Otra posibilidad, emulando al Barcelona, es crear un cargo similar al que ostenta el exwaterpolista Manuel Estiarte, un enlace entre la plantilla y la directiva, que se ocupa también de facilitar en lo posible al jugador, sobre todo a los recién llegados, su aclimatación a la ciudad.

Exfutbolistas en el club

Si todo fructifica, Cuartero se uniría así a la lista de exfutbolistas que trabajan en el club. En la actualidad, Pedro Herrera, como secretario técnico, ostenta el cargo de mayor responsabilidad en lo referente a los «ex». Luis Costa y Jesús Solana trabajan junto a él. Otros tres están con el primer equipo: Óscar Luis Celada es el jefe médico, Juan Morgado, el delegado, y Eugenio Vitaller, el entrenador de porteros. En la Ciudad Deportiva, como técnicos, trabajan Manolo Villanova (filial), Ander Garitano (juvenil de honor) y Rafa Latapia (infantil de honor), mientras que Santi Aragón es el director de la Escuela de la Fundación, donde también trabaja César Jiménez