HERRAMIENTAS DE VALORACIÓN DE LESIONES: TERMOGRAFÍA
Fuente:
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón.
Autor: Fernando Sanz López. Nº Colegiado 321
En los últimos tiempos, la tecnología se ha unido al intento de detectar las distintas lesiones precozmente. Esta nueva tecnología permite hacer una valoración rápida del estado de la zona afectada y controlar la evolución y la mejoría observada tras la aplicación de las distintas técnicas de tratamiento. Una de ellas es la detección de cambios a través de la temperatura corporal de superficie, la Termografía.
Existen cierto tipo de lesiones, como por ejemplo las referentes a alteraciones tendinosas por sobreuso, que antes de producir dolor e incapacidad en el paciente se manifiestan con pequeños cambios en los tejidos y estructuras. Estos cambios, aunque no produzcan síntomas, son una pista que permite identificar un posterior desarrollo de una lesión más grave. La detección precoz permite poner remedio al desarrollo de esas patologías. La observación de esos cambios (si mejoran o no) permite controlar la evolución positiva del tratamiento.
Una tecnología que se ha sumado a este intento de prevención y control de la evolución es la Termografía. Proveniente del mundo industrial, la Termografía registra la temperatura de los objetos. El sistema es sencillo, la cámara termográfica permite sacar imágenes que registran la temperatura ambiente y la temperatura de la zona enfocada a través de un sistema de infrarrojos . La cámara además medir zonas concretas que se quieran valorar.
Las diferencias de temperatura de más de 0,6°C entre una zona y otra, comparando extremidades contralaterales se ha observado que puede ser indicativo de patología. Esto es debido a que las lesiones, incluso antes de su manifestación en forma dolorosa, aumentan el metabolismo de la zona afectada. Este metabolismo aumentado, se refleja con un incremento a nivel de la temperatura del área afectada. Por otro lado, cuando la lesión se cronifica, el proceso es al contrario, enlenteciendo el metabolismo y enfriando la zona superficial. La normalización de esta temperatura es un indicativo de solución a la lesión. Este hecho permite controlar mediante Termografía los progresos que va realizando el deportista lesionado.
Además, al ser una técnica fácilmente manejable y portátil, permite observar los efectos que un entrenamiento o práctica deportiva tienen a nivel de temperatura en el deportista, inmediatamente antes y después, valorando así el desgaste o metabolismo implicado en dicha actividad.