El golpe de calor es siempre peligroso en los deportes de verano. Este año este peligro se está haciendo más patente debido a las altas temperaturas que estamos soportando y a la falta de lluvias.

La fatiga por el calor es un hecho que día a día podemos ver en la actualidad deportiva y no solamente a nivel profesional sino sobre todo a nivel del deportista aficionado.

Causas del golpe de calor

El realizar deporte con una motivación excesiva puede elevar la temperatura interna al realizar mucha actividad física intensa o estar muchas horas realizándola. Es decir no solamente por la intensidad de la actividad física si no también por el volumen de la misma.

Todos recordamos aquellas imágenes patéticas de la maratoniana Gabriela Andersen en las olimpiadas de los Angeles 1995, cuando entró en le estudio tambaleante y aturdida.

En la vuelta final, que duró para ella una eternidad, desechó la ayuda ofrecida y se desplomó en la línea de meta. Situaciones de este tipo se dan todos los días en los diferentes deportes de verano. Por este motivo hay que tener precaución en la realización de deportes intensos en días calurosos y cambiar la mentalidad de que hay que ganar como sea.

El momento más propicio para sufrir un golpe de calor suele ser al día siguiente de haber realizado un entrenamiento o partido muy intenso con sudoración excesiva y deshidratación por el calor. De ahí la importancia que tiene respetar los periodos de recuperación y realizar una buena rehidratación después del deporte.

Durante un entrenamiento o partido intenso el golpe de calor puede producirse por las combinaciones una temperatura a partir de 26,7 º y una humedad relativa por encima del 40 %. Es muy importante la aclimatación al calor para evitar los problemas de ésta índole.

Esta aclimatación da lugar a que el deportista ingiera mayor cantidad de líquido dando lugar a una mayor retención de agua y sales, un incremento en el volumen sanguíneo, consiguiendo así que el corazón bombee más aunque con una menor frecuencia cardiaca.

Los deportistas aclimatados al calor comienzan a sudar antes y lo hace de manera más profunda y sobre un área corporal más grande para mantener un cuerpo fresco.

Deshidratación

Los deportistas pueden llegar a sudar 1-2 litros por hora cuando realizan ejercicio con calor. El resultado es la deshidratación ya que sudan más de lo que deben con lo que aumenta la frecuencia cardiaca y disminuye el volumen sistólico, dando lugar a una disminución de la percepción al esfuerzo, de la agudeza mental y en consecuencia de la potencia y resistencia muscular.

Los deportistas obesos o con exceso de peso son más propensos al golpe de calor, ya que la grasa es una carga extra que puede llevar al golpe de calor por esfuerzo.

Las personas que están mejor preparados físicamente y tienen una buena condición aeróbica, suelen tener más resistencia a la hora de hacer deporte en ambientes calurosos. En contraposición los sujetos o deportistas con una forma física inadecuada son más propensos a sufrir estas complicaciones.

Síntomas iniciales

Es importantes conocer los síntomas iniciales que provocan un golpe de calor como son la desorientación, la apatía, el aturdimiento, la fatiga desmedida y en ocasiones vómitos.

En ocasiones también puede producirse escalofríos y piel de gallina.

Prevención contra el golpe de calor

Hay determinados fármacos como son los antihistamínicos y antiespasmódicos que impiden la sudoración aumentando el riesgo de un golpe de calor.

Otro suplementos dietéticos, incluyen la efedina como “gancho” para perder peso, y esta sustancia puede presentar riesgos para la salud incluido el golpe de calor.

Hay que huir del concepto erróneo de que la hidratación previene el golpe de calor. La hidratación es efectivamente necesaria, pero no previene el golpe de calor. Hay que beber conforme a las necesidades individuales.

A medida que la temperatura ambiental aumenta hay que reducir la duración e intensidad de la actividad física o el deporte.

Hay que procurar dar tiempo y recuperar entre deporte y deporte. En vacaciones es muy frecuente aumentar la actividad deportiva sobre todo en aficionados. Es preferible jugar un partido por las mañanas y otro por la tarde, que no estar todas la mañana o toda la tarde practicando deporte. El organismo debe de recuperarse de la agresión que supone practicar deporte en ambientes muy calurosos.

Las bebidas isotónicos o deportivas son mejor que el agua sola, ya contiene azúcares e iones necesarios tanto para el músculo como para el cerebro. El sabor agradable incita a seguir bebiendo y ayudar a la recuperación de sodio y sales minerales.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es en cuanto a la prevención, en que hay que iniciar el deporte de forma progresiva y no comenzar a practicarlo a toda maquina si el calor es aplastante.

La intensidad y la duración del ejercicio debe de iniciarse lentamente e ir aumentando su progresión para no cargar el sistema cardiovascular.

Tratamiento

En el tratamiento por un golpe de calor cada minuto que pasa es importante para evitar secuelas posteriores definitivas, por lesiones irreversibles de células del sistema nervioso central.

La primera actuación debe ser la de enfriar rápidamente “ in situ” al deportista. Si se puede, sumerger al deportista en una bañera de agua helada. Esta actuación es la ideal. Cuando esto ocurre, la recuperación suele ser del 100% de los casos.

La segunda medida a tomar es el traslado del deportista a un centro sanitario.

La gran mayoría de los deportistas pueden volver a practicar deporte al poco tiempo después de haber sufrido un golpe de calor sin ningún problema.

En casos de deshidratación por exceso de sudoración en el deporte, hay que procurar hidratarse adecuadamente.

Si no se dispone de soluciones de suero salino, una de las medidas caseras más importantes es la de mezclar en un litro de agua:

  • Una cucharada sopera de azúcar.
  • Uno o dos limones.
  • Una cucharadita de café de bicarbonato
  • Una cucharadita de sal.

Y beber en pequeñas cantidades. Con esta medida casera, conseguiremos que muchos de los síntomas debidos a una deshidratación inicial desaparezcan completamente.